21 de octubre de 2014

            LA ESTRELLA 


Este es un sencillo ejercicio de relajación, que ayuda a los niños a tomar conciencia del cuerpo como una totalidad. Es una visualización sobre las estrellas que iluminan el cielo. Lo ideal es hacerlo tumbado, pero también se puede hacer sentado. Comienza invitando al niño a prestar atención a la sensación del aire entrando y saliendo del cuerpo. Cuando vemos que el niño se ha relajado damos comienzo al ejercicio.

Todas las personas tenemos una estrella especial. Cada estrella es única porque te acompaña a todos lados, cuando vas al cole, cuando comes, cuando juegas y cuando duermes. La estrella está siempre ahí, siempre para ti.
Imagina el cielo y las estrellas que allí habitan. Una de esas estrellas es tu estrella, es muy bonita y muy, muy especial porque es tuya. Puede ser del color que más te guste... Quizás es verde, rosa... o morada... También puede tener lunares, rayas de colores, puede estar hecha de tela, o de flores, con purpurina... Como la estrella es tuya puede ser del color o forma que tú quieras.
Tu estrella es luminosa, llena de luz blanca, preciosa y muy brillante. Imagina que esa luz baja hacia ti por un sendero resplandeciente y llega hasta la parte alta de tu cabeza, bajando por tu rostro, tus orejas, tu nariz, tus ojos, barbilla y cuello. Ahora deja que esa luz baje por todo el cuerpo. Siente el calorcito bajando por tus hombros, tu espalda, tus brazos, tus manos y los dedos de tus manos, uno a uno.
Siente como baja por el pecho, tu abdomen hasta llegar a tus piernas, tus rodillas, pantorrillas, los pies y siente como recorre tus dedos de los pies, uno a uno. Ahora imagina que la estrella te abraza y puedes sentir su calor como si fuese una manta que cubre tu cuerpo, relajándote y permitiéndote descansar.
Al acabar la relajación el niño puede dibujar la estrella, pero disfrutando mientras respiramos conscientemente.